Consolar el cuerpo
Cambios en el apetito
La persona que va a morir deja de comer o beber en forma gradual.
Muchas veces ofrecemos comida como una expresión de amor y
preocupación; sin embargo, es normal que su ser querido deje de
tener hambre o sed en el proceso previo a la muerte. De hecho,
comer y beber puede generar una molestia física durante los últimos
días.
Cambios de temperatura y en la piel
La piel de la persona, especialmente en las manos, las piernas y los
pies, puede tornarse cada vez más fría al tacto y puede parecer más
oscura o con manchas. El cerebro puede enviar mensajes confusos
al cuerpo, y la persona puede sentir frío o calor.
Respete la decisión de su ser querido; no intente obligarlo a
comer o beber.
Si aún come, prepare sus comidas favoritas.
Si lo desea, puede darle sorbos de líquido, trocitos de hielo o
limpiarle suavemente la boca.
Agregue o quite mantas según sea necesario.
Si transpira, colóquele un paño frío en la frente.
Los labios, las manos y los pies pueden verse de color azulado.
La fiebre puede tratarse con medicamentos y medidas para
refrescar a la persona.
Confusión e inquietud
Es posible que su ser querido se sienta
confundido, inquieto o nervioso. Esto
puede ser a causa de diversos factores,
que incluyen ansiedad y malestar.
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Permítale moverse con libertad. Las restricciones podrían
aumentar la inquietud.
Puede probar de hacer un masaje suave y relajante en la frente,
las manos o los pies.