Evite la estimulación excesiva y limite la cantidad de visitas en la
habitación.
La música relajante puede ayudar a reducir el nerviosismo y la
inquietud.
Si su ser querido parece estar incómodo, avísele al personal de
enfermería. Muchos medicamentos pueden aliviar la ansiedad, el
nerviosismo, el dolor o las dificultades para respirar.
Disminución de la orina, pérdida de control
A medida que su ser querido consuma menos líquido, la orina se
tornará más concentrada y más oscura, y puede tener un olor más
fuerte. Cuando el cuerpo se debilita, es común que la persona pierda
el control de esfínteres. Este cambio puede ser molesto tanto para
usted como para su ser querido; sin embargo, es un resultado normal
de los cambios que ha sufrido el cuerpo.
Manténgalo abrigado y seco, y utilice almohadillas desechables si
es necesario.
Cambie las sábanas sucias según sea necesario.
Congestión y cambios en la respiración
Se comenzará a acumular líquido en los pulmones y la garganta, lo
que provoca sonidos de gorjeo y estertor. Si bien escuchar estos
sonidos puede ser un tanto alarmante, le producen muy poca o
ninguna molestia a su ser querido.
La respiración puede tornarse rápida y poco profunda, seguida de
respiraciones más profundas e irregulares. Es posible que su ser
querido deje de respirar por completo hasta por un minuto. Puede
gemir al exhalar. Esto no significa que siente dolor o que está
sufriendo; simplemente, es el aire que pasa sobre las cuerdas
vocales relajadas.
Levante la cabecera de la cama levemente.
Consulte al personal de enfermería ante cualquier inquietud,
ya que se pueden administrar medicamentos para mejorar la
respiración.
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